Alejandro Giammattei en modo desesperación

Alejandro Giammattei evade hacer frente al hecho de que son los 48 Cantones, los estudiantes, el liderazgo indígena, personal de salud, maestros, mercados y ciudadanos de todo el país quienes le demandan a él tomar acciones.

Por Douglas González / Politólogo

Hoy se cumplen diez días de protestas las cuales, salvo por casos aislados y burdas infiltraciones de vándalos vinculados a las fuerzas de seguridad, han sido ejemplares.

Luego del fracaso del Plan Capuchas, Alejandro Giammattei se encuentra en el peor momento de su gestión.

Nunca antes había estado tan solo y tan débil. En una carta abierta y posterior mensaje por video dirigido a Bernardo Arévalo, Giammattei intenta responsabilizarlo de las protestas e insiste con la narrativa construida por su equipo de seguridad que las protestas son vandálicas, delictivas y que propician saqueos.

Además, su mensaje es tan incoherente que, en un párrafo intenta responsabilizar a Arévalo por los bloqueos; mientras en otro, cambia el tono y le pide que «reflexione», y lo invita a una mesa de diálogo para «buscar una salida».

Ahora, ¿a qué salida se refiere Giammattei? ¿Acaso busca solo ganar tiempo mientras espera que el clima social baje de tensión para presentar su famoso «caso» para desconocer los resultados electorales?

¿Después de casi cuatro años en los cuales ha roto su palabra, le queda algo de credibilidad al presidente? A juzgar por lo acontecido solo en las últimas semanas, queda claro que Giammattei miente con extremada facilidad y se desdice de sus compromisos como quien se cambia una prenda de vestir.

Giammattei evade hacer frente al hecho de que son los 48 Cantones, los estudiantes, el liderazgo indígena, personal de salud, maestros, mercados y ciudadanos de todo el país quienes le demandan a él tomar acciones.

En consecuencia, es a ellos a quienes debe dar la cara Giammattei y no buscar escudarse o cargarle la responsabilidad a un ciudadano que aún no ha sido juramentado para el cargo.

A Giammattei se le acaban las cartas y, sobretodo, el tiempo. Si no apresura sus pasos, las ventanas de manifestación que quedan se empezarán a cerrar.

Mientras, la población ya vislumbra un nuevo orden, con nuevos actores y nuevas reglas en una Guatemala postgiammattei.

De momento, ya se pueden vislumbrar actores, como los 48 Cantones, que se ganaron un espacio en ese futuro, y quedan aún espacios para otros actores que quieran sumarse a la Guatemala por construir.

Habeas Populus, el último recurso

Después del estupor que causó en los miembros del Pacto de Corruptos el hecho que Bernardo Arévalo se les «colara» en la segunda vuelta, los atropellos hacia la democracia para impedir su triunfo, y ahora su investidura como presidente, no se han detenido.

Decenas de acciones legales se han interpuesto: impugnaciones, recursos, apelaciones, pero nada parece tener efecto. Desde los tribunales de menor rango, pasando por Salas, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Corte de Constitucionalidad (CC), todas estas instancias, con algunas honrosas excepciones, han sido contestadas en despreciar la voluntad soberana del pueblo expresada en las urnas.



Aun quedaba alguna esperanza, ilusa quizás, en que la CC emularía aquella histórica resolución de ese máximo tribunal que puso fin a las pretensiones golpistas de Serrano Elías hace 30 años.

Foto Mynor Toc / Prensa Libre

Sin embargo, los cinco magistrados de la CC no supieron estar a la altura de la historia y llevar con dignidad su investidura. Lejos, pero muy lejos, quedaron de aquella CC que en los momentos que se le demanadó, cumplió con el único propósito que justifica su existencia: la defensa del orden constitucional.

Se acabaron los recursos legales, se cerraron las puertas institucionales, por lo que a la población no le queda más que acudir a la última instancia que es el ejercicio directo de su soberanía: y este último recurso no se ventila en ninguna sala, sino se ejerce a gritos en las calles.

Que quede constancia que el pueblo, antes de agotar el recurso de exhibición popular, tocó todas las puertas, acudió a todas las cortes y nadie quiso escucharlos.

El pueblo ya salió a las calles y cada día saldrán más. A partir de este momento, los funcionarios de gobierno, jueces, empresarios, militares y clase política pongan mucha atención. Si este conflicto no se resuelve en favor de la democracia, lamentaremos todos el no haber sabido escuchar al pueblo y cito textuales las palabras que Martín Toc, lider de los 48 Cantones le dijo a Giammattei viéndolo a los ojos:

_»No se vayan a enojar cuando manifestemos, porque eso significa que aún creemos que las cosas se pueden resolver en este país. Preocúpense cuando ya no manifestemos. Porque ese día, el gobierno habrá dejado de ser funcional para la gente. Ahí sí, preocúpense de verdad»._

Douglas González
Politólogo

APG sobre elPeriódico: «El cierre de medios equivale a la muerte del periodismo en Guatemala»

La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) se solidariza con personeros y miembros de la redacción de elPeriódico ante el anuncio del cierre de ese medio.

La Asociación llama a organizaciones de prensa y la sociedad a cerrar filas para defender la libertad de expresión en el pais.

La Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) ante el anuncio del cierre de elPeriódico manifiesta públicamente su solidaridad con su presidente y personal de redacción y denuncia nacional e internacionalmente que los motivos de esta infausta noticia no es más que el constante acoso, criminalización y ahogamiento económico del que ha sido objeto este rotativo por su lucha contra la corrupción y la libertad de expresión en el país.

La decisión del cierre de este rotativo por esas razones, representa un retroceso a la libertad prensa y fundamentalmente a la democracia en donde los medios de comunicación juegan un papel importante en el debate público de los problemas nacionales y en mayor medida la auditoria social a las instituciones del Estado.

Tal y como lo definió de manera meridiana la declaración de Chapultepec en la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión celebrada en México el 11 de marzo de 1994, sin libertad no puede haber verdadero orden, estabilidad y justicia.

Y sin libertad de expresión no puede haber libertad. De esa cuenta insiste esta histórica declaración que: «Una prensa libre es condición fundamental para que las sociedades resuelvan sus conflictos, promuevan el bienestar y protejan su libertad. No debe existir ninguna ley o acto de poder que coarte la libertad de expresión o de prensa, cualquiera sea el medio de comunicación».

La APG fiel a sus principios estatutarios demanda y exige el cese de medidas y politicas dirigidas a censurar, perseguir y criminalizar a medios y periodistas, quienes, al amparo de la Ley de Emisión del Pensamiento, que ostenta rango constitucional, realizan su labor en defensa del derecho de buscar, indagar e informar a la población.

De la misma manera solicita el debido proceso y libertad a José Rubén Zamora Marroquin, quien guarda prisión por un caso malicioso y a todas luces político que pone en duda el sistema judicial en Guatemala.

En este momento crucial y atentatorio a la libre expresión, llama a las distintas organizaciones de prensa y la sociedad guatemalteca a cerrar filas y defender este derecho que es de toda la sociedad.

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