Nota mental: ¿En que lado de la línea te encontrarás para ese momento?

La indignación que hizo a la gente buscar a Bernardo Arévalo y votarlo no va a desaparecer. Al contrario, se va incrementar. Es más bien un cambio de cultura producto de muchos factores: cambio generacional, urgencia de ascenso social, frustración social, facilidad para expresar el descontento (RRSS), cooptación de las instituciones, etc.

Douglas González / politólogo
Opinión

Actualmente hay dos discursos que se enfrentan:

  1. Bernardo lo está intentando, pero no lo dejan. Las instituciones siguen cooptadas y el trabajo de limpiarlas aún no acaba.
  2. Bernardo es más de lo mismo.

El primer discurso es la explicación que se dan quienes votaron por Bernardo, pero aún no ven los cambios que quisieran. En este polo, predomina el discurso justificativo.

El segundo discurso es de quienes quieren volver a los tiempos de Giammattei. Decir es más de lo mismo, es decir: todos somos corruptos. Así que, que siga la fiesta.

Entre los apoyos blandos a Bernardo ha crecido el discurso que se acerca más al «más de lo mismo», que al justificativo.

Al final, los discursos tenderán a polarizarse, como todo en la política.

Quienes justifiquen a Bernardo, enarbolarán la corriente del nuevo outsider en las próximas elecciones.

Mientras que los críticos, blandos y fuertes, quedarán atrapados en las garras de los duros del pacto y el retorno al ancien régime .

Cuando todo quede en blanco y negro, los críticos de ahora de Bernardo verán a su lado a Allan, Méndez Ruiz, Fratti, Álvaro Arzú, Pineda, entre otros; y se sorprenderán al ver que estuvieron trabajando todo este tiempo para su causa.

Mientras, la gente que votó por Bernardo buscará a su nuevo redentor.

¿En que lado de la línea te encontrarás para ese momento?

Joviel Acevedo dos años más al frente del STEG y la ausencia del magisterio en las protestas ciudadanas actuales

Dos años más estará Joviel Acevedo al frente del Sindicato de Trabajadores de la Educación (STEG). En la coyuntura actual ha guardado silencio y prohibido a los afiliados a participar en las manifestaciones.

Por Raúl Barreno Castillo

Algunos maestros han participado en las manifestaciones populares que exigen la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, la fiscal Cintia Monterroso y el juez Fredy Orellana.

Sin embargo, han esperado a salir de sus actividades escolares porque el Ministerio de Educación les ha amenazado con sancionarlos si no se presentan a laborar.

Ese ha sido el argumento que han usado ante medios de comunicación y se han viralizado cartas oficiales del Mineduc.

Docentes que participaron en una asamblea el 29 de septiembre pasado para reelegir como secretario general del STEG a Joviel Acevedo en el zoológico La Aurora de la capital.

Sin embargo, el gran ausente hasta ahora es el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) que dirige Joviel Acevedo y un pequeño grupo de docentes de departamentos del nororiente del país.

Ninguna Asociación Magisterial tiene representación ni participación en la actualidad. El poder lo concentra el STEG, quien, como es de todos sabido, lo controla Acevedo y se ha convertido en aliado o enemigo de los gobernantes en turno, todo depende de la negociación de modificaciones al Pacto Colectivo que siempre conlleva en aumentos salariales.

Es decir, este grupo de poder magisterial busca aumentos salariales, casi siempre, y pocas veces la mejoría de una educación pública que está en el abandono total.

Pero mientras organizaciones indígenas, civiles, emprendedores, pequeños empresarios y estudiantado de universidades privadas desde hace 12 días, el pasado viernes 29 de septiembre, ha escondidas de la mayoría del magisterio nacional aglutinado en el STEG, Acevedo fue electo para dirigir por dos años más.

Acevedo, cual Daniel Ortega, o símiles, se reelige sin oposición de nada. Sin planilla contrincante. Sin presencia masiva de afiliados al STEG.

Maestros apoyaron que Joviel Acevedo dirija por dos años más el STEG. No hubo otra planilla.

Esta vez fueron unos 100 maestros los trasladados desde sus departamentos, casi todos afines y cercanos a Izabal de donde es originario Acevedo, al zoológico La Aurora en la zona 13 de la Ciudad de Guatemala.

Y sí, 35, así como lo lee. Acevedo, a escondidas de la mayoría del magisterio, en uno de los centros de convenciones del zoológico, llevó a sus afines, a quienes le han acompañado a lo largo de más de dos décadas, para ejercer una elección antidemocrática sin permitir que hubiera otro grupo para participar.

Es más, sin ningún representante del Ministerio de Trabajo, para que constatara su reelección como secretario general del STEG por dos años más.

El discurso cuando ya se había consumado la elección de una sola planilla, o más bien, la selección, fue que buscaría fortalecer los beneficios de los maestros. Lo de siempre. Todo resumido el salarios y no en calidad educativa.

Y dejó claro que no apoyarían las protestas ciudadanas que lideran organizaciones indígenas donde la educación clama por un cambio real, ya que muchos niños no solo viven en extrema pobreza, sino que dejan los centros educativos porque deben trabajar para ayudar a sus padres y vivir el día a día.

«Prohibido apoyar esas protestas», fue la sentencia de Joviel Acevedo. El apoyo de los gobierno de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei han sido beneficiosos para lograr sus «victoria sindicales».

Fue tanta la prohibición que llegó a la amenaza. Aquel docente que lo haga, así sean del renglón 0-11, serán perseguidos y destituidos, y que los 0-21 , ya no serán contratados.

Lo que sí se espera, y ha quedado claro, es que al asumir Bernardo Arévalo, la maquinaria de Joviel Acevedo se reactivará. Para eso guardan las energías, para que el 2024 comience con una nueva lucha «por los derechos del pueblo a la educación».

Alejandro Giammattei en modo desesperación

Alejandro Giammattei evade hacer frente al hecho de que son los 48 Cantones, los estudiantes, el liderazgo indígena, personal de salud, maestros, mercados y ciudadanos de todo el país quienes le demandan a él tomar acciones.

Por Douglas González / Politólogo

Hoy se cumplen diez días de protestas las cuales, salvo por casos aislados y burdas infiltraciones de vándalos vinculados a las fuerzas de seguridad, han sido ejemplares.

Luego del fracaso del Plan Capuchas, Alejandro Giammattei se encuentra en el peor momento de su gestión.

Nunca antes había estado tan solo y tan débil. En una carta abierta y posterior mensaje por video dirigido a Bernardo Arévalo, Giammattei intenta responsabilizarlo de las protestas e insiste con la narrativa construida por su equipo de seguridad que las protestas son vandálicas, delictivas y que propician saqueos.

Además, su mensaje es tan incoherente que, en un párrafo intenta responsabilizar a Arévalo por los bloqueos; mientras en otro, cambia el tono y le pide que «reflexione», y lo invita a una mesa de diálogo para «buscar una salida».

Ahora, ¿a qué salida se refiere Giammattei? ¿Acaso busca solo ganar tiempo mientras espera que el clima social baje de tensión para presentar su famoso «caso» para desconocer los resultados electorales?

¿Después de casi cuatro años en los cuales ha roto su palabra, le queda algo de credibilidad al presidente? A juzgar por lo acontecido solo en las últimas semanas, queda claro que Giammattei miente con extremada facilidad y se desdice de sus compromisos como quien se cambia una prenda de vestir.

Giammattei evade hacer frente al hecho de que son los 48 Cantones, los estudiantes, el liderazgo indígena, personal de salud, maestros, mercados y ciudadanos de todo el país quienes le demandan a él tomar acciones.

En consecuencia, es a ellos a quienes debe dar la cara Giammattei y no buscar escudarse o cargarle la responsabilidad a un ciudadano que aún no ha sido juramentado para el cargo.

A Giammattei se le acaban las cartas y, sobretodo, el tiempo. Si no apresura sus pasos, las ventanas de manifestación que quedan se empezarán a cerrar.

Mientras, la población ya vislumbra un nuevo orden, con nuevos actores y nuevas reglas en una Guatemala postgiammattei.

De momento, ya se pueden vislumbrar actores, como los 48 Cantones, que se ganaron un espacio en ese futuro, y quedan aún espacios para otros actores que quieran sumarse a la Guatemala por construir.

Habeas Populus, el último recurso

Después del estupor que causó en los miembros del Pacto de Corruptos el hecho que Bernardo Arévalo se les «colara» en la segunda vuelta, los atropellos hacia la democracia para impedir su triunfo, y ahora su investidura como presidente, no se han detenido.

Decenas de acciones legales se han interpuesto: impugnaciones, recursos, apelaciones, pero nada parece tener efecto. Desde los tribunales de menor rango, pasando por Salas, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y la Corte de Constitucionalidad (CC), todas estas instancias, con algunas honrosas excepciones, han sido contestadas en despreciar la voluntad soberana del pueblo expresada en las urnas.



Aun quedaba alguna esperanza, ilusa quizás, en que la CC emularía aquella histórica resolución de ese máximo tribunal que puso fin a las pretensiones golpistas de Serrano Elías hace 30 años.

Foto Mynor Toc / Prensa Libre

Sin embargo, los cinco magistrados de la CC no supieron estar a la altura de la historia y llevar con dignidad su investidura. Lejos, pero muy lejos, quedaron de aquella CC que en los momentos que se le demanadó, cumplió con el único propósito que justifica su existencia: la defensa del orden constitucional.

Se acabaron los recursos legales, se cerraron las puertas institucionales, por lo que a la población no le queda más que acudir a la última instancia que es el ejercicio directo de su soberanía: y este último recurso no se ventila en ninguna sala, sino se ejerce a gritos en las calles.

Que quede constancia que el pueblo, antes de agotar el recurso de exhibición popular, tocó todas las puertas, acudió a todas las cortes y nadie quiso escucharlos.

El pueblo ya salió a las calles y cada día saldrán más. A partir de este momento, los funcionarios de gobierno, jueces, empresarios, militares y clase política pongan mucha atención. Si este conflicto no se resuelve en favor de la democracia, lamentaremos todos el no haber sabido escuchar al pueblo y cito textuales las palabras que Martín Toc, lider de los 48 Cantones le dijo a Giammattei viéndolo a los ojos:

_»No se vayan a enojar cuando manifestemos, porque eso significa que aún creemos que las cosas se pueden resolver en este país. Preocúpense cuando ya no manifestemos. Porque ese día, el gobierno habrá dejado de ser funcional para la gente. Ahí sí, preocúpense de verdad»._

Douglas González
Politólogo

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